DÍA 4. FOZ DE LUMBIER-JACA-CANFRANC-VILLANÚA

A las 9:15 de la mañana estamos dispuestos a afrontar un nuevo día; los semblantes relajados y descansados. Se notan en las caras la hora extra de sueño. Durante los 35 km que nos separan de nuestro primer destino, el paisaje nos anuncia el prepirineo navarro. Allí recorremos parte de la Foz de Lumbier, reserva natural. Paredes rocosas verticales de roca caliza, de 400 m. de altura que sirven como refugio al buitre leonado.

Tras los primeros momentos de asombro al contemplar el cañón fluvial que sirve de curso al río Irati, como si de un grupo de turistas japoneses se tratase, todos -móvil en mano- pretenden captar la imagen que tienen delante y además...¡COMPARTIRLA!. En consecuencia, Pedro tiene que recordar las normas y captar su atención para comenzar a trabajar. Hoy se convertirán en agentes activos de su propio aprendizaje. 

Desplegado el mapa topográfico de la zona, comienza la clase. Curvas de nivel, anticlinales, sinclinales, orogénesis alpina en un marco incomparable, con el río a nuestros pies y el buitre sobrevolando nuestras cabezas. "Profesoras, ¿habéis visto el buitre"- pregunta Juanma. "Aquí, profesora" - nos dirige Alfonso Laguna. Y ahí estaba, vigilante, observándonos mientras irrumpíamos en su hábitat natural.

Atravesamos el túnel del primer ferrocarril eléctrico de España, que cubría el trayecto Pamplona-Sangüesa por 5 pesetas; actualmente está recuperado como una vía verde que nos sirve para desandar el camino mientras conocemos algo más sobre el buitre leonado. Sonia, nuestra guía, nos informa de que en la zona hay más de 100 parejas y quedamos sorprendidos con sus 10 kilos de peso y 2,5 m de envergadura.

Seguimos hacia Jaca, ciudad a la que llegamos a las 1:30 h. Sin mucho tiempo antes de comer, nos acercamos a su ciudadela, fortaleza militar convertida en lugar de recreo para el disfrute de sus habitantes. Pocos metros nos separan de la catedral, ejemplo del románico más temprano cuya influencia se extiende a través del Camino de Santiago. En este instante, no puedo resistir el impulso de comentar la portada al alumnado, algo que los guías agradecen por el descanso que les supone.

Comida en el albergue de Villanúa y actividades de tarde.

La primera actividad nos emociona más a los profesores que a los alumnos: la visita a la Estación Internacional de Canfranc. ¡Esto sí que es atravesar un túnel del tiempo lleno de historias, secretos de estado y generosidad de las gentes de Huesca!!!. Majestuosa, nos recibe mostrando su arquitectura de hierro y cristal, siguiendo la tendencia del momento. En la entrada nos espera esta vez Silvia, guía que nos acompañará durante la visita. Primero hay que ponerse unos cascos blancos. ¡Parecíamos un ejército de calimeros!

Construida a principios del s.XX, fue una puerta abierta a Europa, aunque su historia es un devenir de mala suerte. Solventados los problemas iniciales de su construcción, comienza a funcionar tras un acuerdo entre Francia y España en 1928, inaugurada por el propio Alfonso XIII y el Presidente de la República Francesa. Pero los buenos momentos duraron poco. El "crack" del 29 hace difícil el paso de mercancías y la Guerra Civil Española cierra la frontera con Francia.

Silvia nos introduce en la II Guerra Mundial, momento en que la estación se convierte en la puerta a la libertad de miles de judíos que, huyendo de Alemania, conseguían burlar al control de la GESTAPO y seguir hacia Madrid, de allí a Lisboa para embarcar hacia Estados Unidos. Momentos difíciles para Europa. Aquí  convivían franceses, alemanes, españoles franquistas y republicanos, que hicieron germinar una red de espionaje que mucho tuvo que ver con el Desembarco de Normandía. 

Cerrada definitivamente en 1949, queda totalmente abandonada hasta su restauración en el 2013. Nos despedimos de ella con la nostalgia que produce siempre una despedida en la estación. Y aún más cuando se tiene ante los ojos un paisaje natural y arquitectónico que rezuma historia.

Acabamos las aventuras -o eso creíamos nosotros- visitando la Cueva de las Güixas, en Villanúa. Este es un entorno protegido de roca caliza, responsable de todas las formaciones que vamos a ver. Un mundo subterráneo y mágico. Cueva sepulcral en el Neolítico (¿A quién se le habrá ocurrido venir aquí el Día de Todos los Santos?). Lugar de refugio de las brujas como Guirandana de Lay, que fue acusada de hechicera y ponzoñosa y finalmente condenada por la Inquisición. Esta visita se ve interrumpida en varias ocasiones por la entrada súbita en escena de varios personajes de esta historia, que nos producen la sorpresa del miedo. 

Guirandana nos cuenta su historia que realmente sucedió en el siglo XIV. Pertenecía a una estirpe de mujeres sabias que aprendieron por sí mismas. Su propia abuela había sido heredera de tierras y "eso ponía nerviosos a los hombres". Ella nos da una lección de igualdad y feminismo recordándonos todas las profesiones que no podían realizar las mujeres. La madre de Guirandana se muestra también totalmente desinhibida y algunos de nuestros "machotes" tienen que compartir escena con ella.

En una de las salas laterales, a 52 metros bajo tierra y conocida como "sala de la imaginación", nos ponemos precisamente a imaginar qué figuras  nos sugieren las formas calcáreas: "una mano, una sirena, una serpiente...", van respondiendo nuestros alumnos. De repente Rafa Vallejo exclama: "Un chorizo, yo veo un chorizo", inundando la cueva con las carcajadas de todo el grupo.

Llegados al hotel de Jaca, nos encontramos con la última sorpresa de la noche. ¡Este es el hotel del terror!!. Una decoración lúgubre puebla sus estancias y somos recibidos de manera poco amable por el "cuasimodo" que lo custodia, aunque el verdadero terror viene de la mano del chico de mantenimiento. ¿Tendremos pesadillas esta noche? Los que con toda seguridad las van a tener son Antonio Mateo, Alfonso Laguna, Carlos de la Cueva  y David Quintana (Ellos saben por qué). Además, creemos que es un hotel plagado de fantasmas. Toda la Generación del 98 pasó por aquí. Para nuestro alumnado esto se está convirtiendo en un infierno definitivamente.

BUENAS NOCHES...SI PODÉIS DORMIR....JAJAJAJAJA


SONIA MONCALVILLO / CARMEN LÓPEZ


Comentarios

  1. Para mi este ha sido el mejor día,aunque tuvieramos que andar un poco valió la pena visitar la foz de Lumbier,aquí he visto él paisaje mas bonito que haya visto en mi vida,después en la cueva de las Güixas me lo pasé genial,muchas risas y sustos inesperados

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  2. ¡El hotel de Jaca sí que daba miedo! Andrea Cabrera y yo escuchamos esta mañana (a las 6:30) a un hombre gritando y anoche unos ruidos muy extraños...
    Sin duda este ha sido el día más divertido.😊🙆

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  3. Día fantástico, precioso paisaje en Foz de Lumbier, muy buen rato en Villanúa y Jaca, interesante y especial visita a las Cuevas de las Güixas, no se puede dejar atrás Canfranc, preciosa historia la de ésta estación.

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